Hasta ahora, los pocos datos de que disponíamos señalaban que el Tai-chi fue desarrollado por el taoísta Chang San-feng en el sigo XII (d. C.). En esta obra, el autor nos muestra como sus inicios se encuentran en el siglo III (d. C.), con unos curiosos y extraordinarios personajes. Si bien la evolución del Tai-chi ha sido muy notable a partir del siglo XII.
A través de estas páginas, el autor describe cómo sus historias y anécdotas muestran que el Tai-chi es un arte válido para la salud, el autodesarrollo y la defensa personal, y cómo éste ha llegado a nuestros días enriquecido por el valioso aporte de maestros de Tai-chi.